HABILIDADES SOCIOEMOCIONALES EN MI VIDA
viernes, 25 de junio de 2021
ACTIVIDAD 5 MANEJO DE EMOCIONES
lunes, 14 de junio de 2021
DIMENSIONES SOCIALES
1. Autoconocimiento
2. Autorregulación
3. Autonomía
4. Empatía
5. Colaboración
Interrelación entre los ámbitos de la Educación Socioemocional y los planos de interacción individual y social.
Se considera que estas dimensiones dinamizan las interacciones entre los planos individual y social-ambiental, creando y sosteniendo la posibilidad de aprender a ser, aprender a hacer, aprender a aprender y aprender a convivir. Las dimensiones se cultivan mediante el desarrollo de las habilidades específicas que las componen, las cuales tienen diferentes indicadores de logro para cada grado escolar.
1.- Autoconocimiento
El autoconocimiento implica conocerse y comprenderse a sí mismo, tomar conciencia de las motivaciones, necesidades, pensamientos y emociones propias, así como su efecto en la conducta y en los vínculos que se establecen con otros y con el entorno.
Importancia del autoconocimiento
El autoconocimiento requiere que explícitamente se desarrollen los procesos de atender, ser conscientes, identificar, almacenar, recordar y analizar información sobre uno mismo. Finalmente, al identificar los aspectos cognitivos, las emociones y las conductas que promueven el bienestar individual y social, así como aquellos que los alejan del tanto a corto como a mediano y largo plazo, los estudiantes pueden generar un sentido de dirección que les permite devenir en ciudadanos conscientes y en agentes de cambio positivo.
Cultivar y fortalecer
el autoconocimiento
Conocerse a sí mismo requiere que el estudiante gradualmente adquiera habilidades que le permitan explorar conscientemente sus estados, sus procesos de pensamiento y su sentimiento, para posteriormente regular la manera de responder de una forma asertiva a diversas situaciones que se le presenten en la vida.
Habilidades asociadas
a la dimensión de autoconocimiento
1.1
Atención
Proceso
cognitivo que permite enfocar los recursos sensoperceptuales y mentales en algún estimulo particular. Una manera de trabajar con la atención es desde el enfoque de la neurociencia. La neurociencia ha
identificado cuatro funciones básicas, llamadas funciones ejecutivas,
las cuales son fundamentales para planear, establecer prioridades, corregir errores,
implementar tareas y regular el comportamiento. Las funciones ejecutivas
incluyen la memoria de trabajo, la capacidad de inhibir respuestas, la atención sostenida y la flexibilidad cognitiva.
1.2
Conciencia de las emociones
Este
proceso requiere de la capacidad de observar y reflexionar sobre la influencia
que ejercen los diferentes estados mentales y emocionales en la manera de
experimentar lo que le sucede y percibe, así
como en sus decisiones y conductas. Tomar conciencia de sí mismo implica también
reconocer el impacto de las acciones propias en otros y en el medioambiente.
1.3
Autoestima
La
autoestima se basa en una adecuada valoración
e identificación de las propias capacidades, limitaciones y potencialidades,
como individuos y como miembros de una comunidad; al hacerlo se genera un
sentido de apreciación y respeto hacia nosotros mismos y
nuestras ideas, lo cual es esencial para actuar con autonomía. Asimismo, conocer las limitaciones propias permite buscar
formas de subsanarlas, o bien buscar apoyo y colaboración dentro de la comunidad para lidiar con ellas.
1.4
Aprecio y gratitud
Del aprecio deviene la gratitud, que se
manifiesta como una emoción placentera y que se consolida en
acciones para cuidar y proteger aquello que trae bienestar.
1.5
Bienestar
El bienestar es una habilidad
relacionada con el ser y estar, así
como con el hacer y el convivir, y como tal, se aprende a vivir.
Autoconocimiento en el contexto escolar
2.- Autorregulación
La autorregulación es la capacidad de regular los propios pensamientos, sentimientos y conductas, para expresar emociones de manera apropiada, equilibrada y consciente, de tal suerte que se pueda comprender el impacto que las expresiones emocionales y comportamientos pueden llegar a tener en otras personas y en uno mismo. La autorregulación implica modular los impulsos, tolerar la frustración, perseverar en el logro de objetivos a pesar de las dificultades, aplazar las recompensas inmediatas, afrontar pacíficamente retos y situaciones de conflicto, manejar la intensidad y duración de los estados emocionales, y lograr experimentar de forma voluntaria emociones positivas o no aflictivas.
Importancia de la autorregulación
Cultivar la autorregulación forma personas reflexivas, capaces de escuchar, tolerantes y respetuosas, con lo cual se favorece el aprendizaje, y la prevención y manejo asertivo de conflictos.
Cultivar y fortalecer
la autorregulación
La capacidad de autorregulación se puede cultivar mediante prácticas que produzcan un cambio en los procesos perceptuales y cognitivos asociados a esta capacidad, tales como la atención y la conciencia de las propias sensaciones y pensamientos, para expresar respuestas emocionales apropiadas y evitar respuestas impulsivas.
Habilidades asociadas
a la dimensión de autorregulación
- Metacognición
- Expresión de las emociones
- Regulación de las emociones
- Autogeneración de emociones para el bienestar
- Perseverancia
Aceptación de la necesidad de autorregulación: Es necesario aceptar que los sentimientos y las emociones
deben ser regulados, en particular cuando se experimentan estados emocionales
fuertemente asociados a respuestas impulsivas, como el estrés, el miedo o el enojo.
Expresión emocional apropiada: Tomar
consciencia de que un estado emocional puede modificar el propio comportamiento
y el de otras personas, y comprender como estas expresiones se pueden enfatizar
o moderar.
Tolerancia a la frustración: Generar emociones que conlleven a la calma a pesar de las dificultades.
3.- Autonomía
La autonomía es la capacidad de la persona para tomar decisiones y actuar de forma responsable, buscando el bien para sí mismo y para los demás.
Importancia de la
autonomía
El sentirse capaz para realizar una tarea o actividad por sí mismo y el poder encaminar acciones para lograr una meta especifica dependen del grado de autonomía de cada persona.
Cultivar y fortalecer
la autonomía
Según Piaget, la autonomía puede desarrollarse en dos ámbitos principales: el moral y el
intelectual. La autonomía moral se considera como la capacidad de distinguir el bien del
mal; más aún, buscar el bien para sí mismo y los demás, tomar decisiones y actuar en función de lo que le beneficia y de lo que beneficia a
los demás. La autonomía intelectual es cuando la persona es capaz de
pensar y resolver problemas haciendo uso de sus recursos y experiencias, así como de
sus conocimientos y herramientas para llegar a sus propias conclusiones, distinguiendo
lo verdadero de lo falso.
Habilidades asociadas
a la dimensión de autonomía
Identificación de necesidades y búsqueda de soluciones
Liderazgo y apertura
Toma de decisiones y compromiso
Autoeficacia
4.- Empatía
La empatía
es la fortaleza fundamental para construir relaciones interpersonales sanas y
enriquecedoras, ya que nos permite reconocer y legitimar las emociones, los
sentimientos y las necesidades de otros.
Importancia de la
empatía
La empatía
es fundamental también en la comunicación humana. Se relaciona con la capacidad de percibir,
identificar y comprender los aspectos afectivos, conductuales y actitudinales
que comunica el otro a través del lenguaje verbal, corporal y
gestual. La empatía permite la adecuada identificación de las respuestas emocionales en otras personas, e implica
no solo actitudes sino también habilidades bien definidas.
Cultivar y fortalecer
la empatía
La empatía
inicia con la capacidad de identificar y sentir con otros, acompañando la identificación
con los “afectos” positivos o
negativos que siente la otra persona, aunque no sea con la misma intensidad.
5.- Colaboración
Es la capacidad de una persona para establecer relaciones
interpersonales armónicas
que lleven a la consecución de
metas grupales. Implica la construcción del sentido del “nosotros”, que supera la percepción de las necesidades meramente individuales, para concebirse a uno
mismo como parte de una colectividad.
Aprender a colaborar permite desarrollar una conciencia más amplia que supera el individualismo y nos hace capaces de construir una comunidad. La solidaridad y la reciprocidad, y por lo tanto la empatía, son claves para el desarrollo de las comunidades y de las naciones.
La colaboración guarda una relación estrecha con la socialización y la comunicación humana. Una manera de fortalecer esta dimensión socioemocional es mediante el cultivo de habilidades asociadas con la convivencia, la comunicación y la negociación de conflictos.
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